La anemia es una condición patológica que surge como resultado de la disminución de los valores de hemoglobina (marcados en Hb) en la sangre. Esta reducción en los valores de Hb por encima del umbral da como resultado un suministro insuficiente de oxígeno transportado por la circulación sanguínea. En una etapa temprana, la anemia puede provocar síntomas leves que a menudo son difíciles de diagnosticar. Analicemos en detalle los diferentes tipos de anemia, los síntomas, las causas y los tratamientos.
Epidemiología de la anemia.
La anemia es una enfermedad particularmente extendida en todo el mundo, especialmente en niños. La condición patológica se manifiesta cuando la sangre no puede transportar una cantidad suficiente de oxígeno, por lo que la hemoglobina tiende a caer por debajo de los niveles normales. Alrededor de los años 60 y 70, la anemia era una de las enfermedades más comunes en los EE. UU., Donde se registraron muchos casos en niños y adolescentes.
Kit sintomático
En la mayoría de los casos, la anemia adquiere un conjunto asintomático que es difícil de diagnosticar. Los síntomas de una fase inicial de anemia pueden ser bastante vagos y, a menudo, confundirse con otros trastornos. Las personas con anemia experimentan fatiga excesiva, acompañada de una dificultad general de concentración.
La anemia puede causar dificultad para respirar y un color pálido de la piel y las membranas mucosas, dolor en el lado izquierdo y esplenomegalia. Las formas más graves de anemia también pueden comprometer la función cardíaca, aumentando el rango, resultando en insuficiencia cardíaca y palpitaciones, hipertrofia ventricular cardíaca. Uno de los síntomas más obvios de anemia implica la fragilidad de las uñas, cambiando su forma natural.
Causas principales
La anemia incluye varias causas, incluida la pérdida de sangre debido a consecuencias agudas, como sangrado gastrointestinal, úlceras, cáncer de estómago, hemorroides; alteración en la producción de glóbulos rojos; destrucción de glóbulos rojos; enfermedades inflamatorias hematuria; infecciones, menstruación y embarazo.
Tipos de anemias.
Dependiendo de los tipos de anemia, pueden ocurrir diferentes síntomas. Las anemias se dividen en diferentes tipos en función de defectos específicos que incluyen:
- Anemia aplásica (defecto del precursor hematopoyético)
- Anemia megaloblástica y síndrome mielodisplásico (defecto de ADN)
- Anemia causada por nefropatía crónica, deficiencia de hierro, deficiencia de hormona EPO (defecto en la formación de Hb)
- Anemias por aumento de la hemólisis.
- Anemias hemolíticas extracorpusculares (causadas por fármacos, septicemia, enfermedades infecciosas, autoanticuerpos, enfermedades metabólicas, drogodependencias, transfusiones sanguíneas grupales incompatibles, desequilibrios osmóticos y parásitos)
- Anemia por pérdida (causada por sangrado crónico)
- Anemias causadas por hiperesplenismo (funcionamiento anormal del bazo)
La anemia a menudo ocurre como consecuencia de otras enfermedades que pueden conducir a la muerte, como la leucemia y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Entre las anemias más conocidas están:
- Anemia por deficiencia de ácido fólico
- anemia por deficiencia de vitamina B12
- Anemia por deficiencia de hierro
- Anemia drepanocítica (de tipo hemolítico)
- Anemia por deficiencia de hierro
- Anemia mediterránea o talasemia
- Anemia hemolítica (caracterizada por una disminución en el valor de los glóbulos rojos)
- Anemia perniciosa (forma grave, capaz de afectar el tracto digestivo debido a la ingesta insuficiente de vitamina B12)
- Anemia megaloblástica
- Anemia aplásica (que afecta particularmente a los sujetos en la tercera década de la vida)
- Anemia microcítica
- Anemia macrocítica
- Anemia refractaria (que afecta especialmente a adultos y sujetos de edad avanzada)
- Anemia de Fanconi
- Anemia sideroblástica
Kit sintomático evidente
Entre los síntomas más característicos de la anemia se encuentra una sensación excesiva de cansancio y fatiga general, palidez, disnea, palpitaciones y taquicardia, dolor de cabeza, letargo, dolor de lengua, prurito, disfagia, tinnitus y percepción alterada del gusto, glositis atrófica, uñas quebradizas que se rompen fácilmente y úlceras particularmente dolorosas.
La anemia puede afectar especialmente a las mujeres a una edad temprana, con una menstruación activa, pero también a las mujeres de edad avanzada durante el período menopáusico, debido al déficit en los niveles de hierro.
Diagnóstico y tratamientos para tratar la anemia.
El diagnóstico de anemia incluye la evaluación de los niveles de hemoglobina presentes en el torrente sanguíneo, a través de pruebas de laboratorio. En el caso de pruebas anormales, el médico puede corregir otras pruebas, como sideremia, la concentración de hierro en la sangre. En la mayoría de los casos, la enfermedad puede tratarse sin ser riesgosa, gracias a la ingesta de hierro, las terapias farmacológicas y la posibilidad de transfusiones.
Dieta y nutrición
En caso de anemia, se debe cambiar la dieta. Las personas con anemia deben tomar alimentos ricos en hierro emme y hierro no emme. El hierro emme está presente principalmente en la carne roja, mariscos, el hígado y las aves de corral. El hierro no em (no sangre) es, en cambio presentes en alimentos vegetales, legumbres, cereales, harina refinada, nueces y semillas. En el caso de la anemia, a menudo se recomiendan suplementos dietéticos específicos.
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